miércoles, 1 de julio de 2009
Nicolás
Al fin iba a entrar a su casa, era genial sentir esa confianza con el, cuando entré vi que era un espacio bastante grande, lo único que había en el suelo era un colchón, una lampara, una pila de libros y un macetero con flores muertas, en la pared se veía el único intento de decorar de la casa de él, un cuadro de una especie de ''el grito'' pero donde solo se veía la cara y tenía un tono más morado, este si que daba miedo.
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