Escuchar mientras se lee

martes, 15 de junio de 2010

Proust

Soñe que leía en busca del tiempo perdido, pero era distinto, el libro entero era un largo monólogo del narrador sin nombre, era todo un sufrimiento, hablaba de su culpa y de la culpa de una tal Monique que era mencionada un par de veces (probablemente era ella la razón del sufrimiento). El libro era el momento en que el narrador explotaba. Era triste, muy triste, y a pesar de lo largo lo leí en unos 20 minutos nada más.