Escuchar mientras se lee

lunes, 4 de abril de 2011

Convivo con la extrema infelicidad, esa de atardeceres tortuosos y noches impotentes, llenas de lágrimas hasta que amanece. Vivo con la tristeza de no tener nada, de no sentirme parte de nadie, de ser ajeno a todo el mundo. Todas mis incursiones a la vida soy un fracaso, no tengo el perfil de persona normal, el perfil de alguien que por lo menos será un esclavo del sistema. No doy la talla. Todo mi ser se limita simplemente a ocupar este espacio que gasta y gasta, mas aún así que soy un hastío para cualquier otra persona, esto mas que en alguien triste, me convierte en alguien patético y desagradable, el residuo de la vida.

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