domingo, 24 de abril de 2011
Tanto tiempo tonto, tanto encuadramiento con la vida. Uno ajusta sus minutos de una u otra manera y hace de su día un creativo rompecabezas que, espera, satisfaga sus necesidades y le permita terminar el día con un balance positivo. ''Alcancé a ir al supermercado y de la media hora que me dí para pasar a la u ocupé solo 25 y después en la vuelta a mi casa demoré poco también así que me regalé 10 minutos, además de todo lo que tenía que hacer en casa, para leer un par de páginas de mi novelita''.
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