Escuchar mientras se lee

viernes, 26 de noviembre de 2010

El pirómano

Estaba el hombre contemplando la llama retorcerse lentamente, lentamente retorcerse la llama estaba contemplándola el hombre. La veía azul y roja, naranja y celeste, retorcerse en colores y lentamente retorciéndose la veía. Qué manera de disfrutar con esa llama retorciéndose lentamente y consumiendo también al fósforo que la sustentaba. El hombre veía al fósforo reducirse a su mínima expresión ya que su extremo se ennegrecía y desaparecía en el aire como pequeñas partículas negras y quemadas. Se iban al vacío del aire. Todo bajo el lento crepitar del fuego, un sordo ruido apenas audible por él, pero que de manera inconsciente penetraba en su mente enferma y lo estimulaba como una droga.

¿Que tal?

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