Estaba el hombre contemplando la llama retorcerse lentamente, lentamente retorcerse la llama estaba contemplándola el hombre. La veía azul y roja, naranja y celeste, retorcerse en colores y lentamente retorciéndose la veía. Qué manera de disfrutar con esa llama retorciéndose lentamente y consumiendo también al fósforo que la sustentaba. El hombre veía al fósforo reducirse a su mínima expresión ya que su extremo se ennegrecía y desaparecía en el aire como pequeñas partículas negras y quemadas. Se iban al vacío del aire. Todo bajo el lento crepitar del fuego, un sordo ruido apenas audible por él, pero que de manera inconsciente penetraba en su mente enferma y lo estimulaba como una droga.
¿Que tal?
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